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Dia 6: Kusadasi

Kusadasi: 8 Agosto

9.30 AM. Han empezado las Olimpiadas, pero mis buenas intenciones de compaginar relax con sesiones de footing todos los días se han ido al garete. Pero, claro, a ver quién es el guapo que mantiene ritmo de competición nocturna y matutina. Buenas intenciones que se quedan en eso, intenciones. Non ti preocupare.

Estamos en Kusadasi, otro puerto en la costa turca, habitual destino de turistas, sobre todo, ingleses. Cerca se puede visitar la antigua Efeso, sede de otra de las siete maravillas de la antiguedad: El templo de Artemisa. Va ser que no, que no nos vamos a mover de Kusadasi. Hay que madrugar para hacer la excursión, ya que hoy zarpamos relativamente pronto, a las 15 horas. Así que salida a la  ciudad y, directamente, a la playa. La ciudad no tiene nada que ver con Bodrum, más grande, menos encanto. El  castillo parece (porque no lo visitamos) bonito.

Volvemos  nuevamente al barco y nos dedicamos a vaguear. Al atardecer sms moment: «Un atardecer crepuscular para una chica espectacular». Hoy es la última cena que hacemos. Juanjo se viene arriba y nos pedimos una de Moet Chandon. Hoy es la fiesta de gala, pero nosotros con piratas. Decidimos quedar bien con las gallegas y Juanjo organiza una pequeña sorpresa. Es un crack!. Cuando vengan a cenar (cenan en el 2º turno) van a flipar.

Dado que mañana saldremos en Estambul hoy es la última visita a nuestro segundo camarote, la discoteca. Y, desde luego, que da jugo la noche. Hoy parece que medio barco está en la disco. Cuando llegan las gallegas vienen directas donde nosotros y nos agradecen la sorpresa, Hemos quedado como Dios…El sector Herri Norte al poder. Nos juntamos con Ainara y Javi, una pareja de Santurtzi, las galleguiñas, Juanjo y un servidor. Bailables, traineras, fotos de grupo, risas y pedazo de pendiente en la disco. Por vez primera (y única) notamos que estamos navegando. El barco está inclinado, y no, no es el efecto de lo  que estamos tomando. Cuando llegamos Juanjo y yo al camarote, Oru ya lleva horas dormido y nosotros ni nos enteramos de la inclinación del barco. Creo que mañana tampoco voy a correr por Estambul…

Unforgetable moment 🙂 Las risas en la disco.

Forgetable moment 😦 Que esto se acaba…